sábado, 28 de mayo de 2011

Café

Anoche volvió
al lugar donde
libertad
se había
sentado
a beber
el café
del cielo
azul
donde
murió
de rojo
frente
a la frescura
de su vientre.

viernes, 27 de mayo de 2011

Desierto




Te conocí sobre calle Libertad
Junto a la vida, tomando café...


Pellejo




No poseo más que el pensamiento del recuerdo
de tus días en mi pellejo.

Sensual a mis nervios, sorpresa bajo mis senos.
Mi Venus sin el remedio de tu cadera cerca.

Mi nariz sin el roce del aliento
de tus labios.

Mis ojos sin las ventanas de tu alma desquebrajada.
No te miro, te imagino y eres el mismo
que había sido, cuando decidiste olvidar
lo sencillo.

Castigo como vicio,
vacío sin el vicio de pensar,
que eternos no somos ,
ni siquiera volamos... caminamos descalzos.


Al gato negro de Lautrec.

Dormir a piernas





Camino el estupor de mi sueño.
Dormido, tendido en el suelo.
La ventana al centro, abierta está al viento.
Camino frontalmente, en diagonal
vertical, circularmente.


Sonrisas y silencios.
Mis muertes con tus desvelos.
El hoyo de tu lecho, mi paraíso inquieto.

Conoce mis poros cuando suden,
y cuando áridos.


Complicidad me llevo al pecho
mesurada mi pasión,
soledad,
pesados pensamientos.

Tus pasos, tus piernas,
en las mías donde ya vives en mitad de ellas.


Half on my side, half on your back.



La mitad dentro,
la mitad fuera.
¿Acaso importa la distancia,
la forma y el tiempo
en esta esfera?

Cada uno promete espaldas
y frentes.
Abrazos,
besos,
descuidos
y lentes.

Soledades recientes,
nuevas
y ausentes.

Fantasmas
en caballo con jinete.

Cada uno propone naranja entera,
mitad de limón,
cuarto de cereza,
semillas de guayaba enteras...

Pentagramas en mi vientre.
Consecuencias
 rodantes carencias.

Llenos y vacíos,
libertad,
destino diferido.
Roces al compartir un tabaco.

Cada uno propone
y dispone,
construye a través de un beso,
húmedos puentes.

El vacío que insisto en tener
para que vivas conmigo.


Viajes al centro del reloj



Porque el castigo más cruel que le damos al tiempo es tan solo creer que lo perdemos.
Masticar nuestras alas mientras volamos es cuestión de pasiones, gustos, miedos y alturas.
El viento corta cuando tu decidas que mata.
El agua ahoga sí te encuentras sin lecciones de profundidad.
La soledad es rara cuando apenas ingresas al umbral.
Tu casa es tu cuerpo, el reloj, tu cabeza con edad.
Los libros de tus años, las páginas de tus pasos.
La gente caminando, en las bancas sentada; en las puertas cerradas, dentro de la casa,
junto a tu cama, en tu colchón, dormida
junto a tí, encima de tí, en tí.
Los campos de flores de tu memoria.
Tus miedos, certezas e intentos de adelantar las manecillas.


Tiempo es lo que cada uno invierte en su alma.

Canción de fondo: Time de Pink Floyd

sábado, 21 de mayo de 2011

Rueda

Respira vida

Come luz,

toca el fuego,

siente el aire.



La armonía

de colores

intriga mis párpados

recién abiertos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Ayer, siempre ayer.



La letras persiguieron,
el miedo cuando suelo,
la dicha cuando caigo,
el suelo del recuerdo que te pienso,
amargo descontento.

Si acaso existiera
habría algún inconveniente
de salirme de tu molde,
de la pluma,
del cuadro,
de la composición que enmarca tu mirada,
tu mano... quizá tu historia, la que relatas cuando callas.

Tu sangre rodó por mi mejilla,
tu recuerdo al piso,
a la nuca,
a la sien,
donde te doy mi amanecer,
mi corazón al alba,
un sol que no brilla,
una estrella que no se fuga,
que no huye,
fugaz, no te encuentro.

Volar al ritmo de la nada de un licor,
rojo, cual cereza, roja.

Brillo porque siento,
apago cuando miento,
obscuro cuando callo,
te quiero mientras miento,
al cielo cuando callo,
verdad cuando el silencio,
guardo mientras el miedo,
aguarda despierto.

Temor cuando ensueño,
verdad mientras me miento,
engaño cuando conozco,
tu rumbo hacia las aguas,
ajenas cuando observo,
el mar cuando camino,
nadar cuando imagino,
 tu nombre en el desierto,
amigo cuando soplo,
el viento de mi amante,
furtivo cuando río.

Fluye mientras amo,
mi camino al tuyo sin el mío,
será que no te miro,
quizás cuando me mires,
dirás el fruto ajeno,
muy tuyo en mi pecado,
muy mío cuando quiero,
hoy es el deseo.

Mañana si te enteras,
la luz en mi pecado,
tu obscuro sedentario, me obligo a caminarlo...

Deseo cuando escribo,
ajeno a mis desdichas,
licor es cuando duermo,
cerquita de tu oreja,
lejitos de tu ombligo.


No te aflijas si renuncio al brillo de tus ojos,
mirar cuando rebaso la línea de tu alma,
ya tienes trazado el andar de tus piecitos,
ni modo que me aflija,
sellar con un beso,
la línea de mi miedo,
temor cuando regreso,
al camino que no es mío,
ajeno entre mi dicha,
ajeno a mi delirio,
orgulloso de tu encanto,
seguro que te olvido,
me aflijo cuando miro,
lejos tu sombrero.

Cerquita cuando duermo,
adiós cuando te miro en mis espejos,
tus ojos cuando callas,
tu boca cuando observas,
de siempre en mis orejas,
te hablas desde ayer,
hoy cuando te escribo.

Hola en mi montaña,
un cerro de saludos,
infinitos como arenas,
será mi despedida,
aquí abajo en mi tierra.