sábado, 23 de julio de 2011

Vestido de dramas para el fin de semana.



¡No queda nada!
sobre el hombro de mi llanto
sobre la mano sin caricias.

Queda el esfumado
paso de iluminados sigilos.

Si suficiente fuera el sueño para disolverlo,
consumiría la muerte a redondos abiertos.


¡Fenecer absurdo!
¡Deseo los ritmos de aquel vigoroso encanto!
Cuando la esfera nocturna menguaba 
sobre la piel de nuestro frío.














Cabaña a la luz de los susurros




Entre [nosotros]
                        habitó: una penumbra de mutismo.
                                                                         



                                                                   



                                                                                      Tú no me hablabas,         yo no alcanzaba tu voz;




Los secretos          
                    bailaban apasionados sobre la alfombra;
                                                                                       




                                                                ornato y decoro, furtivo amor.






La edad amarilla



Me vestiré
de arena
en el desierto
de mi soledad.



jueves, 14 de julio de 2011

Verano y Otoño




No es de íntima urgencia
decir
que extraño tu entidad;
Vivo a sosiego de mi ahogada alma.

Es por eso
que he comenzado
a desarrollar
un genuino cariño,
a convertirse
en algo tan rojo
como un amante,
un fruto flamante...

al finalizar la lluvia del verano,
cuando las hojas
comiencen
a besar tus pasos
y el aire
silbe tu nombre.



Amor de estación


domingo, 19 de junio de 2011

Locura




Qué locura
a mi locura
ha venido
a acompañar.

Me he enamorado
de un loco,
a quien esta loca
vino a embriagar.

Dos locos,
dos locuras.

Retumban mis latidos,
se abrió el infinito...



Dedicado al amor fuera de si.

sábado, 18 de junio de 2011

Quiero T



Quiero que quieras
quiero querer también.
Quererte, y bien...

Querer el bien,
es querer que vivir,
quiera el otro.




Al detalle de amar.

jueves, 16 de junio de 2011

Duelo



Arriba,
abajo,
y con el puño poético de rabia,
la dulzura se revive entre mis piernas,
mantiene la furia húmeda,
me condena al cuerpo fugaz.

¡El vino al cielo!
¡La muerte al beso!







Fugas precisas de blues y surrealismo



Los textos aquí descritos fueron relatados de planeta a planeta,
en algún sol.
La grisácea capa que protege sus tesoros... 
salpicó locura por todos lados, ensuciando el blanco...


"La silla no es quedarse ni sentarse, 
no es la estación de tren, 
ni una banca larga, 
ni la espera perenne del regreso de nadie, 
alguien o algo. 


No es esperar, 
no es tampoco una esperanza, 
ni se trata de olvido, 
se trata sentarte a descansar, 
de cerrar, y abrir la ventana, 
la puerta, el alma, las alas... 






volar"


De volar hablamos un rato 
cuando caer sólo se hacía, 
en un ocio y por hastía, 
y por encima de mi otra realidad, 
estaba esta otra línea:



"Si he de morir, 
que sea en la risa 
y no en el llanto 
que provoca no tener tu risa."


Y es cuando al día siguiente viene la musa vestida de dientes, 
y me sopla la veleta, 
y me vuelvo a mover de mi sitio... 
y es entonces cuando vuelvo a escribir, 
y me acerco más a mí:


“Y me reí...
de todo me reí...
en la regadera, 
en el auto, buscando, 
como es siempre, 
en la calle caminando, 
me reí...
y cuando no te vi...
me callé.”

Y quedé en silencio, 
la mar quieta, 
el pez-viento:


“Cuidar de ti, de mi...
cuidarnos de morir en gris. 
Un par de brazos extra para salvar el alma, 
para compartir la hamaca y el ocaso, 
para alimentar el cuerpo y sanar lo malo. 
Quiero cuidarte y que me cuides, 
quiero quererte y que me quieras."


Algunos sueños y matutinas flores:
"Eran las seis, 
sonaban las aves, 
levanté mi cabeza de alguna almohada, 
me vino un dulce viento a la memoria, 
tu recuerdo me vino a visitar anoche, 
se sentó en mi cuello...
y me habló de ti."

Ya me asomaba a la ventana, 
para respirar, 
para dejar de patalear, 
tu presencia en la ausencia. 
Entonces venía una nota flotando 
y se depositó sobre las letras y quisieron decirte la música de las musas:
"Tú tocando; 
Yo pintando; 
el silencio será la siguiente charla, 
abrazados en la cama."
En el negro
más al centro y encima, 
arriba de allá, por sobre aquél... se levantó uno, y levantó su copa:
"Se endulzaron dos locos 
aquella tarde de luna,
después se encontraron cabales
para celebrarse trémulos...
carnales"

Enseguida se entromete la dicha, 
se levanta,
enseña los dientes, 
son blancos, puros, honestos
como ésto, que, cuando vienes, canto:
" ¡Y es que cómo se te ocurre! 
¡atravesarte!, y hablarme olor a mandarinas y miel, 
y ¡callar !
¡yo también! ¡a callar! ¡cerrar la boca!, 
es tiempo de sólo mandar besos inconscientes, 
re-leer los clásicos y pintar hasta con los dientes, 
de escribir los versos, 
de olvidaros de lo escaso, 
trabajar, y en la marcha... 
ilustrar en colores mi más aburridos temas en penas, 
mis más dichosas bendiciones nuevas"


Sonriendo y serena, 
ya se desquebrajó el espejo que lo nota, 
unas pupilas de lejos, 
me saludas a tus ojos, 
que ya celebran sus lentes.

El Tigre corre, y es libre, y sobre todo surrealista.

lunes, 13 de junio de 2011

Los pies de las palabras




Menos palabras

más pies y
manos.

Más pies sobre las manos.





Y los dedos...





Los dedos con que señalas,
son los mismos que te apuñalan.

Enseñanza del chino,
montado en el felino del olvido.








Era/fue




El vicio de tenerlo
en la memoria
es gusto
de beberlo
en mi victoria.


Al rayar el alba
era un cuadro en la sala.


Se disolvió y no fue más...
que un dibujo del cuerpo solar.


Cuando la oscuridad me ahoga,
recurro a mí
cuando la luz ocurre,
ya estás en mí.






Un niño y una flor





La fuerza de los nardos.


¡Ver! ¡Ver nardos!


La felicidad de un alma que busca la amorosa porción de sí mismo.




domingo, 12 de junio de 2011

Aurora y lágrima




El fuego de tu cielo frío,

encontrarte en las auroras
de los horizontes
que figuran mis lágrimas sin ojos.
La sal de sus gotas
que se estancan,
se secan,
maltratan.

Dulces son las aguas
de las cuencas
de mis ojos.

Los tuyos son mis balsas
con que recorro mis retornos
de tibia soledad empapada
en las lágrimas
que beben mis ganas
de absorberte con mis ojos...
a mirada limpia, el río se nada.




Instante






Si he de escribir hasta tu presencia,
si he de pintarte hasta que aparezcas
si he de amarte en el camino
que así sea, que la muerte me detenga.


Que tu sombra se haga cuerpo
que la mía, absorba el tiempo,
de hierro
de polvo
de nada contra el todo
si lo que amo
es un instante de
nosotros.






Identidad dual

jueves, 9 de junio de 2011

Si de fruta se trata




Naranjas y mangos
están hechos los besos
que nos damos
sin tocarnos... apenas
el alma
en los siguientes pasos.

Naranjas, las
repartimos como
luces.

Los mangos mordimos
la tarde frente al sol
y bajo la luna, una probada
de tu sabor.

sábado, 28 de mayo de 2011

Café

Anoche volvió
al lugar donde
libertad
se había
sentado
a beber
el café
del cielo
azul
donde
murió
de rojo
frente
a la frescura
de su vientre.

viernes, 27 de mayo de 2011

Desierto




Te conocí sobre calle Libertad
Junto a la vida, tomando café...


Pellejo




No poseo más que el pensamiento del recuerdo
de tus días en mi pellejo.

Sensual a mis nervios, sorpresa bajo mis senos.
Mi Venus sin el remedio de tu cadera cerca.

Mi nariz sin el roce del aliento
de tus labios.

Mis ojos sin las ventanas de tu alma desquebrajada.
No te miro, te imagino y eres el mismo
que había sido, cuando decidiste olvidar
lo sencillo.

Castigo como vicio,
vacío sin el vicio de pensar,
que eternos no somos ,
ni siquiera volamos... caminamos descalzos.


Al gato negro de Lautrec.

Dormir a piernas





Camino el estupor de mi sueño.
Dormido, tendido en el suelo.
La ventana al centro, abierta está al viento.
Camino frontalmente, en diagonal
vertical, circularmente.


Sonrisas y silencios.
Mis muertes con tus desvelos.
El hoyo de tu lecho, mi paraíso inquieto.

Conoce mis poros cuando suden,
y cuando áridos.


Complicidad me llevo al pecho
mesurada mi pasión,
soledad,
pesados pensamientos.

Tus pasos, tus piernas,
en las mías donde ya vives en mitad de ellas.


Half on my side, half on your back.



La mitad dentro,
la mitad fuera.
¿Acaso importa la distancia,
la forma y el tiempo
en esta esfera?

Cada uno promete espaldas
y frentes.
Abrazos,
besos,
descuidos
y lentes.

Soledades recientes,
nuevas
y ausentes.

Fantasmas
en caballo con jinete.

Cada uno propone naranja entera,
mitad de limón,
cuarto de cereza,
semillas de guayaba enteras...

Pentagramas en mi vientre.
Consecuencias
 rodantes carencias.

Llenos y vacíos,
libertad,
destino diferido.
Roces al compartir un tabaco.

Cada uno propone
y dispone,
construye a través de un beso,
húmedos puentes.

El vacío que insisto en tener
para que vivas conmigo.


Viajes al centro del reloj



Porque el castigo más cruel que le damos al tiempo es tan solo creer que lo perdemos.
Masticar nuestras alas mientras volamos es cuestión de pasiones, gustos, miedos y alturas.
El viento corta cuando tu decidas que mata.
El agua ahoga sí te encuentras sin lecciones de profundidad.
La soledad es rara cuando apenas ingresas al umbral.
Tu casa es tu cuerpo, el reloj, tu cabeza con edad.
Los libros de tus años, las páginas de tus pasos.
La gente caminando, en las bancas sentada; en las puertas cerradas, dentro de la casa,
junto a tu cama, en tu colchón, dormida
junto a tí, encima de tí, en tí.
Los campos de flores de tu memoria.
Tus miedos, certezas e intentos de adelantar las manecillas.


Tiempo es lo que cada uno invierte en su alma.

Canción de fondo: Time de Pink Floyd

sábado, 21 de mayo de 2011

Rueda

Respira vida

Come luz,

toca el fuego,

siente el aire.



La armonía

de colores

intriga mis párpados

recién abiertos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Ayer, siempre ayer.



La letras persiguieron,
el miedo cuando suelo,
la dicha cuando caigo,
el suelo del recuerdo que te pienso,
amargo descontento.

Si acaso existiera
habría algún inconveniente
de salirme de tu molde,
de la pluma,
del cuadro,
de la composición que enmarca tu mirada,
tu mano... quizá tu historia, la que relatas cuando callas.

Tu sangre rodó por mi mejilla,
tu recuerdo al piso,
a la nuca,
a la sien,
donde te doy mi amanecer,
mi corazón al alba,
un sol que no brilla,
una estrella que no se fuga,
que no huye,
fugaz, no te encuentro.

Volar al ritmo de la nada de un licor,
rojo, cual cereza, roja.

Brillo porque siento,
apago cuando miento,
obscuro cuando callo,
te quiero mientras miento,
al cielo cuando callo,
verdad cuando el silencio,
guardo mientras el miedo,
aguarda despierto.

Temor cuando ensueño,
verdad mientras me miento,
engaño cuando conozco,
tu rumbo hacia las aguas,
ajenas cuando observo,
el mar cuando camino,
nadar cuando imagino,
 tu nombre en el desierto,
amigo cuando soplo,
el viento de mi amante,
furtivo cuando río.

Fluye mientras amo,
mi camino al tuyo sin el mío,
será que no te miro,
quizás cuando me mires,
dirás el fruto ajeno,
muy tuyo en mi pecado,
muy mío cuando quiero,
hoy es el deseo.

Mañana si te enteras,
la luz en mi pecado,
tu obscuro sedentario, me obligo a caminarlo...

Deseo cuando escribo,
ajeno a mis desdichas,
licor es cuando duermo,
cerquita de tu oreja,
lejitos de tu ombligo.


No te aflijas si renuncio al brillo de tus ojos,
mirar cuando rebaso la línea de tu alma,
ya tienes trazado el andar de tus piecitos,
ni modo que me aflija,
sellar con un beso,
la línea de mi miedo,
temor cuando regreso,
al camino que no es mío,
ajeno entre mi dicha,
ajeno a mi delirio,
orgulloso de tu encanto,
seguro que te olvido,
me aflijo cuando miro,
lejos tu sombrero.

Cerquita cuando duermo,
adiós cuando te miro en mis espejos,
tus ojos cuando callas,
tu boca cuando observas,
de siempre en mis orejas,
te hablas desde ayer,
hoy cuando te escribo.

Hola en mi montaña,
un cerro de saludos,
infinitos como arenas,
será mi despedida,
aquí abajo en mi tierra.

jueves, 24 de marzo de 2011

Iris varios








Me gusta estar en el umbral de tu ojo,
el ojo es una casa. Mírese en el espejo.
Ya estoy dentro y me sacudo los pies en el tapete. 
Acepto el vaso con agua para refrescarme:
Porque me di cuenta que te amé en el primer ojo al alba. 
Al rojo de no sé, qué tarde fue. Roja, la tarde fue.

La verdad sin pantaletas besaba a su amante, de su muy acompañada almohada.
Y me di cuenta que te amo.
Y me di cuenta de la degradación del negro al blanco. 
Del blanco al negro,
en un despertar de pestañas rojas,
sin lágrimas rodando hacia abajo, me fui en un llanto…
Mi escala (c)romá ntica en canon.

Mi distancia en tantos puntos con olor a café y tabaco, a deseo y silencios. 
Mi soledad es el mejor amante.
Su identidad está en tu espejo. Un vapor sin miedo.

El paisaje a nubes abiertas y cielos nublados, 
la historia de dos abejas, humanos sin eros bañado en miel, 
manchados de círculos pequeñitos, 
y con un radio tan perfecto...




miércoles, 26 de enero de 2011

Diáfana ceguera




Veo
lo que miras
con
tus ojos
CIEGOS son.


Veo
lo que no miras
cuando
tus ojos
CIEGOS no lo son.

martes, 25 de enero de 2011

Sin prisas







¿Y el ritmo cadencioso del viento?

procuremos el natural cauce del río...

Tarde naranja en mis rojas venas

jueves, 20 de enero de 2011

Soledad de madera



Por Diana G. Candelaria

Soledad de mierda. De cartílago. De algodón de azúcar. De lija. De papel. De tinta. Soledad con plumas. Con canas. La estrujo entre las sábanas. La llamo entre dientes. La deseo atrapada entre la gente. A veces la odio. Otras es dónde la paz encuentra su alma. Algunas ocasiones es la cínica vendiéndome amor, de besos sin muerte.

Disposiciones de una mujer en-amor activa:





Estos años he vivido en una cajita musical, quiero decir con esto que, si alguien abriera alguna puerta o ventana – dependiera de la cantidad que se buscase como inicio- llegaría fácil al dormitorio y pronto a la cocina, hubo un evento que me acostumbró a ese orden, yo venía educada para meter a alguien a la cocina, incluso tener la casa entera antes que irme a la cama con él! cuestiones conservadoras, han de entender.
Al saber esto, el caballero deseoso y con la desesperación entre las piernas, querrá entrar con flores de plástico (típico de varones sin forma) al dormitorio, fíjese pues que tendrá que detenerse a ver bajo sus pies que tanto aprietan el paso y lo arruinan todo, le estoy dejando escrito en el tapete, como forma intertextual, una nota de advertencia, encontrará en ella la disposición de la habitación cardiaca:

La bailarina valsa mientras un piano le apoya en afanada voluntad, la identidad del amante será descifrada en el momento en que logre, tener la paciencia para quedarse a la función, no tiene el programa de mano, por lo general un programa de mano es papel escrito y no te sorprende, y con dicha referencia, no tiene la caraja idea de cuándo la mujer es que danzará ante sus ojos.
Cuando por fin el hombre logre ver a la mujer elevando su cuerpo al baile, se podrá descubrir la identidad del pianista explorador.

Reconozcamos una verdad aquí:
Ningún piano se toca solo… hay un hombre detrás de mi piano.

A mi hombre-piano, detrás de las montañas bañándose en mi mar.



Edgar Degas y sus bailarinas.

miércoles, 19 de enero de 2011

Lúdico nocturno



Por Diana G. Candelaria

El cuerpo salió a pasear,
los ojos a caminar,
y la lengua a respirar.
Mientras la razón bailaba danzones
bajo la luna llena de deseo y mortalidad.





La foto: Túnel en Guanajuato,Gto. Méx.

Dianalogía (Fragmento)


Por Diana G. Candelaria



De pie sigo.
Sabina querido.
Sonrío.
Por fin tengo ganas.
Mi margen al paso va.
Calzarse el zapato para adelantarme al paso.
Por lo malo que hicimos.
Por el daño que ofrecimos.
Por lo retorcido que admitimos.
Por las confidencias que omitimos.
Por la paz y por nuestras guerras.
Por las loqueras sin nombre.

De no entender.
De no explicar.
De ser feliz.
De estar lleno con vacíos.
De aguardar bajo los puentes.
De romper los papeles.
De no mirar para atrás.
De no hurgar en lo delante.
De pintar en madrugada.
De escribirle al alba.
De canciones sin título.
De melodías sin voz.
De torres de libros.
De misivas sin freno.
De edificios sin elevador.
De cortinas sin lazo.
De teatros llenos.
De museos abiertos.
De tus curiosos.
De mis arrebatos.
De cabezones y lloronas.
 De estar triste y poderlo decir.
De vivir un destino.
De besar al azar.
De saberse incertidumbres.

Hombre. Más.
El más que es como la mar.
Por la causa sin razón.
Por los silencios con humor.
Por crecer aquí.
Por charlar desde allá.
Te necesito en mí.
Por mi andar. Sin permisos.
Sin tapujos. Sin dolores.
Con deseo.
Decirlo me libera.
Y no hay nada que guardar.
Sin poseer.
Desnudo caminar.

Por vida. Por poesía.
Por mi soledad.
Por la dicha que ahora tengo en mis rincones negros.
Por los llantos no tirados a luz.
Por los que alguna vez derramé hasta la muerte.
Por compartir aires y pieles.
Por las dudas que no te rechinan los dientes.

Por la dudas que te hacen sol.
Por los caminos de tierra.
De plantas. De ríos.
De cautelosa razón.
De sabrosa sinrazón.
De cantos. De nervios.
De verdes. De blancos.
Te necesito por las letras.
Por el arte.
Por las carreteras.
Por los peces.
Por los vientos.
Por las cerezas.
Por la libertad.
Por humanidad.
Por amor.
Te necesito.


Relieve en yeso. Pintura al acrílico. Sin título Diana G. Candelaria

martes, 18 de enero de 2011

Escalera de literatura corta



Por Diana G. Candelaria

Es al amor al que me invento, aún cuando no hay rostro ni cuerpo, ni corazón al que seguir.
Repaso mis días y mis noches, entendiéndote.
La validez consistía en la armonía, si no estás armónico, sé creativo y consciente.
Temas para sobrevivir a un día normal-rutinal: casa, oficio, origen y destino.
La niña que se peina volteando la cabeza.
Tratemos de tejernos en la piel todos tus afanes.
Eres mi imposible porque eres mi ideal necesario.
Has sido perturbado hasta la cima; después sosiego en mecedora.
En seguida tengo el deseo de ardor espiritual.
Ella siempre vivió la edad que le dictaba el espíritu.
Nadie puede mentirle a la rutina de su humana realidad.
Adoptando los elementos circunstanciales de mi cotidianidad: Cambio de rutina.
Compartir infinidad en brevedad de un instante.
Los niños compiten por el juguete más deseado de la gaveta más alta del ropero.
Mira siempre detrás del zapato que viene de frente.


Laterales de Paul Klee

Romances instantáneos




Soy romántica tus ojos,
mis romances muertos,
vivos, viva me siento, tuya.






Giorgio de Chirico: Los arqueólogos

Recuerdos de Vallejo



Por Diana G. Candelaria

Hay gente que llena sus vacíos con agua.

Otros con fuego,
otros sin embargo,
llenan sus vacíos con tierra.

Finalmente, pero no menos importante,
se encuentran las personas que llenan sus vacíos con aire.

Al terminar mi observación…
me di cuenta que estoy llena de los vacíos de su universo entero.


Por aquellos días que nací
cuando dios estaba enfermo.

Con los estros de Vallejo y Bertolt Brecht.
Plástica Matisse: Odalisca