Un día en el calendario

Ella camina de turista en su tierra natal.
El origen se le ha estampado a la cara como una brisa ligera... Dulce y muy ligera.

Germen de beso

Alguna día el silencio será huerto,
donde florezcan las palabras rojas que no besé.
Las violetas bocas que no dije.

Síana

Síana nutre de cerezas y manzanas
los roces del encuentro.

Síana cubre de sonrisas cada movimiento.

Síana se desliza cauta y hace nacer un regocijo
desde la noche de sus piernas,
un amanecer de solares senos,
para redimir un deseo:

¡Aquí estoy! ¡lléname de fuego!

Orilla negra, eterna sobre el blanco.

Solía temblar en mi voz,
un grito de ira, un silencio amortajado.
Embriagaba de agua salada
mis dulces pantanos.
La tierra parió un latido,
hizo crecer un árbol, y sobre la rama más cruel,
un jilgero entona vigoroso canto sin reclamos.

Floreos

La danza indómita
de la carne,

provoca la sublime danza
de mi espíritu.

Es la danza negra
de mis pies,

una danza blanca
sobre la sien.

Combate

No hay día
sin mi.
No hay noche
que no posea.
Es la piel y sus desafíos,
mi voz en labios finos,
y las piernas debajo en tibio,
campos que recupero
en la batalla,
Mi cuerpo ya no es frío.

Vegetación

Las plantas
me abrieron a los ojos
los paisajes más bellos
a otros ojos.


Se han vestido de semilla,
duermen enterrados a la orilla de la noche.

Canción para dos

Nos cantó el ave  ilustre.
Un combatiente del Santuario de la Alegría.

Cantó en la lengua de la noche,
y ardí en única cercanía.

Río de sonrisas

Me arrojé
a la mitad
del río.
De mis ojos
brotaba tu mirada.

Me aquieté
a la mitad
del río.
Y de tus ojos
brotó mi mirada.